"La vida te exige que la vivas, el amor que lo sientas, el respirar que no te olvides, el sentir que no lo ignores. Lo único que quiere de ti el mundo de los vivos es, sencillamente, a ti".
Pero la juventud no se resignaba. Es indudable que se dan en el hombre dos potencias ocultas que luchan hasta la muerte. Una de ellas, clarividente y fría, se agarra a la realidad, la calibra, la sopesa y juzga el pasado. La otra está sedienta de porvenir y se lanza hacia lo desconocido. Cuando la pasión arrastra al hombre, la razón le sigue llorando y advirtiéndole del peligro; pero, en cuanto aquél se ha detenido ante la voz de la razón, en cuanto se dice: Es cierto, soy un loco, ¿dónde iba?, la pasión le grita: ¿Y yo, voy entonces a morir?." Alfred de Musset, 1810/1857, "La confesion de un hijo del siglo" Pero a veces el mundo de pide que hagas tantas cosas y tan contradictorios ... que te pierdes!
Pero la juventud no se resignaba. Es indudable que se dan en el hombre dos potencias ocultas que luchan hasta la muerte. Una de ellas, clarividente y fría, se agarra a la realidad, la calibra, la sopesa y juzga el pasado. La otra está sedienta de porvenir y se lanza hacia lo desconocido. Cuando la pasión arrastra al hombre, la razón le sigue llorando y advirtiéndole del peligro; pero, en cuanto aquél se ha detenido ante la voz de la razón, en cuanto se dice: Es cierto, soy un loco, ¿dónde iba?, la pasión le grita: ¿Y yo, voy entonces a morir?." Alfred de Musset, 1810/1857, "La confesion de un hijo del siglo"
ResponderEliminarPero a veces el mundo de pide que hagas tantas cosas y tan contradictorios ... que te pierdes!
Exacto, no hay manual alguno que valga en esto de "existir" ...
EliminarGracias por pasar y dejar tu huella. Un saludo.