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martes, 17 de mayo de 2011

a JOSÉ ÁNGEL CILLERUELO

"En lugar de las calles y los descampados donde un día tuve la oportunidad de ser feliz, la niebla me devolvía, reflejado en el cristal, mi retrato envejecido".

UNA SOMBRA EN PEKÍN (José Ángel Cilleruelo) 

7 comentarios:

  1. Por eso hay que coger los momentos felices al vuelo, por si nunca más aletean ante nuestros ojos. Gran verdad, el tiempo pasa y felices o no, nosotros envejecemos.

    Un abrazo

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  2. Exacto, Paloma, un día nos veremos mayores y ya no habrá vuelta atrás. Depende de nosotros lo que recordemos (salvo causas mayores).

    bsos!

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  3. quizás el reflejo esté algo distorsionado por el efecto nebulosa, aunque el espejo, como el algodón, no engaña. bonita imagen literaria, en todo caso.

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  4. La vuelta a los inicios hace que crezca la añoranza de lo pasado y más cuando se fue feliz.

    Saludos

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  5. No fue la niebla sino su estado de ánimo.
    Besos, Rosalía

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  6. raúl: Al protagonista de este libro ya le hubiese gustado ver una mera distorsión.

    Totalmente de acuerdo, Bolzano.

    También influye, Torcuato, por supuesto.

    bsos a los tres!

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  7. Hola Lily, no soy mucho de novela romántica pero pasaré por tu blog.

    bsos!

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